Conocer la técnica de la pintura es fundamental a la hora de construir un belén. Con ella vamos a conseguir todos los efectos que nos propongamos en cualquiera de los muchos y variados elementos que configuran un belén: piedras, suelos, montañas, paredes, maderas, etc.
Con cada uno de estos elementos podremos conseguir efectos muy variados tanto utilizando las técnicas adecuadas como aplicando diferentes modos de dar la pintura. Por ejemplo desde una puerta recién construida (foto 1) a una por la que hayan pasado un buen número de años (foto 2).
Las pinturas que vamos a utilizar son acrílicas.
Deberemos tener unos colores básicos que pueden ser:
Blanco, negro, marrón oscuro, ocre, verde, marfil, rojo inglés y azul para los cielos.
Luego ya iremos añadiendo más colores a medida que vayamos aprendiendo.
Los materiales que vamos a utilizar para pintar son:
• Pinceles planos de varios tamaños y algunos redondos.
• Recipientes para las mezclas, lo mejor es usar botes de cristal con sus tapaderas.
• Recipiente para agua y para limpiar los pinceles.
• Trapos para limpiar o secar los pinceles.
• Una paleta para hacer las mezclas (puede servirnos un trozo de cartón).
• Guantes y una bata.

Técnicas de pintado:
Antes de empezar a pintar, sobre todo si lo que trabajamos es porexpán, deberemos lijar bien las piezas para que coja la pintura.


1º.- Aguada
Es la primera mano a aplicar. Su misión es tapar toda la superficie que vayamos a pintar de manera que no se vea nada del color inicial del material que estemos usando penetrando bien en todos los rincones y ranuras. Se hace mezclando la pintura con agua, aunque la proporción agua/pintura va a variar si se aplica en escayola, porexpán o en madera.
Si la aguada es para darla sobre escayola le pondremos más agua porque la escayola absorbe humedad. Los colores de la aguada variarán si lo que vamos a pintar son paredes, rocas, terrenos, maderas, etc. Dentro de estas variedades cada uno elegirá los colores que más le gusten.

Las aguadas para madera suelen hacerse mezclando marrón y algo de negro. Las de las paredes variarán de tonalidades marrones más o menos oscuros a tonos grisáceos. Si vamos a dar aguada a casas a diferentes distancias, las del fondo serán en tonos más grisáceos y las de delante en tonos más marrones.
A las aguadas para piedras, ladrillos y terrenos podemos añadirle al marrón y negro algo de verde. Siempre antes de aplicar la aguada hacer una prueba en un trozo aparte para ver si nos parece bien el color y si es adecuada la proporción agua/pintura. Si vemos que cubre demasiado le añadimos un poco más de agua. Por el contrario si cubre poco le añadimos pintura.
Para los terrenos no dar un color uniforme a toda la superficie. Dar el fondo de color verdoso y marrón y, antes de que seque, dar pequeños toques de ocres, marrones, rojizos, etc. para diferenciar los distintos elementos que lo componen (rocas, caminos, partes verdes) evitando que nos quede un color uniforme.

2º.- Color principal.

Consiste en tapar un poco el color dado en la aguada, sobre todo, en las partes salientes. Se aplica una vez seca la aguada con una mano de pintura sin diluir en agua y eliminando del pincel parte de la pintura. Es el color que queremos que predomine por lo que debe cubrir bien toda la pieza excepto las partes más profundas en las que seguirá predominando el color de la aguada. Si queremos aclarar el color que hemos dado, se puede dar una segunda mano de este mismo color con una chispita de blanco. Esto hará que se vean zonas más claras.

3º.- Veladura.
Su misión es dar brillos y destacar las partes más salientes. Se aplica con el pincel casi seco de pintura, como peinando la superficie, sin apretar y solo en aquellas partes más salientes. Suele hacerse con el mismo color que hemos utilizado pero aclarado un poco de blanco o marfil. O usar directamente colores muy claros: blanco, gris muy claro,crema o marfil.
Por último con una aguada muy clarita de marrón muy oscuro dar pequeños toques en aquellos lugares donde la suciedad se concentra, por ejemplo en las esquinas, debajo de vigas, debajo de salientes, en los bajos de las paredes, etc. También con una aguada muy diluida de verde le podemos dar en aquellos sitios en los que nos parezca que hay humedad.